¡Que cunda el ejemplo!


Hmmm... ¿qué será, será...?

Uno de nuestros enfermos habituales, conocido en este psiquiátrico como Pableras, ha tenido el buen gusto de acordarse de quienes humildemente vomitamos nuestros delirios en este blog y me ha hecho llegar un detallito navideño en forma de paquete sospechoso.  Este paquete de la derecha, por más señas…

Antes de nada, Pableras se puso en contacto conmigo (vía email) y me pidió una dirección para mandarme un detalle.  Yo se la di, pensando que se trataría de una felicitación navideña, de una foto de las zurraspas de su baño, de un sobre con vello púbico… ¡yo qué sé!

Pero me sorprendió nuevamente cuando llegó el envío y resultó ser un paquete.  ¡Dos kilos de paquete, un buen paquete! 😉

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