Sushi preparado en forma de
Recuerdo como si fuese ayer el día en que probé sushi por primera (y hasta el momento última) vez.
Era un restaurante oriental. Dicen que el sushi hay que probarlo en un restaurante japonés, pero también dicen que los restaurantes japoneses son como los restaurantes chinos, pero con camareros antipáticos. No lo sé. Si algún día viajo a Japón, espero comprobarlo.
Antes de probarlo, yo pensaba que la mezcla del pescado con el arroz, las algas y el resto de ingredientes que lleva el sushi tendrían un sabor distinto. No sé, algo así como el jamón. Después de todo, el jamón es una pata de cerdo cruda. Curada, de acuerdo, pero cruda. Y no se me ocurre nada más rico que un buen jamoncito ibérico de bellota, bien curado y preparado.
¡Qué equivocado estaba! ¿Quieres saber a qué sabe el sushi? Pues acércate a cualquier pescadería, agarra un pescado y dale un mordisco. Si eres capaz de comértelo, con su asqueroso sabor salado, olor nauseabundo y repugnante textura, entonces tú eres el candidato perfecto para convertirte en un cliente asiduo de los restaurantes japoneses. A pesar de la mala leche de sus camareros.
Pero si te repugna la idea de pegarle un bocao a una merluza cruda, entonces puedes ahorrarte el mal trago (nunca mejor dicho) de probar sushi en un restaurante.
Yo me pregunto: ¿cuánta gente dirá, machaconamente, que sí le gusta el sushi sólo porque «queda fino», «da prestigio» o es algo que hace «la gente de dinero»? ¿Nos encontramos ante otra paradoja de Abilene?
De todo tiene que haber. Seguro que hay mucha gente a la que realmente le gusta comer pescado crudo. Hay gente «pa tó».
Fuentes: wikipedia, badcontrol, eBive.com.