Libertad


Con esas pechugas yo también me dejaba guiar...

Empiezo mi andadura por este blog haciéndome una pequeña reflexión que hace tiempo que ronda mi cabeza.

Vivimos en la época de la libertad y la justicia. En la época donde los malos van a prisión y las personas buenas viven en paz y harmonía. Esa es nuestra época desde el punto de vista de un niño de 5 años. Luego creces y vas viendo la dura realidad, pero no es este el momento de hablar del gran mundo que hemos heredado ni del mejor mundo que les dejaremos a nuestros vástagos.

Lo que yo me preguntaba era si realmente era esta la época de la libertad, o más aún, si alguna vez ha existido un tiempo de verdadera libertad.

Libertad: Facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o voluntad.

Pero pensándolo solo un poquito me doy cuenta de que no. Creemos que con las nuevas tecnologías estamos informados de todo lo que sucede en este ancho mundo,  pero algo me dice que ignoramos muchísimo más de lo supuestamente sabemos. El poder de los medios de comunicación es enorme, ellos son nuestros ojos al mundo, nuestra forma de ver las cosas depende en gran medida de lo que ellos nos enseñen. Y  si algo no les interesa, se borra y se acabó.

Creemos que somos libres, pero solo hace falta pasear un poco por la calle. Cuando vine a estudiar a Barcelona lo primero que me llamó la atención fue que aquí parecía que todo el mundo seguía una tribu urbana. No sé si os suena: Emos, Punks, Góticos, Latín Kings, Bakalas, Pijos, y tantos como corruptos en Marbella.

¿Yo? Jamás me he identificado con ninguna tribu urbana. Respeto a todos ellos mientras no me molesten, por mi pueden seguir a la suya, pero me parecen como los futboleros. Todos a una, como las ovejas siguen al pastor.

Puede que con esto me gané enemigos que defenderán su estilo de vida como único, especial y verdadero. Pero ese es mi objetivo, molestaros.

Una vez un tipo me dijo que era de una tribu urbana para sentirse diferente a los demás. Para ser diferente necesitaba unirse a una tribu urbana, que triste…

Lo remito desde ya, estoy enamorado de la descripción de splitbrain: Tengo la firme convicción de que es posible vivir con cierta solvencia personal, social y profesional aplicando mínimamente el “Sentido Común”.

Enfermos, si de verdad queréis ser diferentes, aplicad el sentido común, porque como dijo el rey: Lástima que el «sentido común” sea, en realidad, el menos común de los sentidos…

No os dejéis llevar como ovejas hacia el corral. Poned siempre en dudas vuestros valores y aceptad que probablemente no sean los correctos. La verdadera y única personalidad se consigue con los años, recolectando pequeñas experiencias en cada momento, aprendiendo día a día, y teniendo muy claro que, a pesar de todo, siempre seremos unos ignorantes.

P.D: Un placer escribir para un público tan selecto como vosotros!